Legalización
de las drogas en México. ¿Será esta la solución?
La mala publicidad que es, en cierto sentido,
engañosa sobre el consumo de las drogas y sobre las sustancias mismas es la
principal controversia que detiene su legalización en un país donde claramente
su prohibición genera más problemas que su consumo libre e independiente.
La polémica abarca proporciones enormes: la
supuesta guerra contra el narcotráfico, que conlleva junto con su gran
inversión y deterioro en las fuerzas nacionales, miles, millones de muertes
injustificadas; la demanda improporcionada de ésta misma; las redes ocultas; el
poder acumulado; el negocio multimillonario internacional más grande y poderoso
oculto en la clandestinidad; la incongruencia con la legalidad de otras
sustancias mayormente dañinas; el cambio de paradigma; la discusión
indefinidamente sin respuesta sobre la moral humana y su libre albedrio: ¿Qué
está bien y que está mal? ¿Hasta qué grado somos libres de decidir sobre
nuestro propio cuerpo? ¿Quién determina lo que el ser humano en su libertad
debería o no hacer?
Pero he aquí mismo la paradoja del asunto:
droga es toda aquella sustancia que afecta o altera de alguna u otra manera las
funciones cerebrales o corporales, por lo mismo, hemos de considerar las
condiciones bajo las cuales se aceptan cierto de tipo de drogas mientras otras
son declaradamente prohibidas.
Drogas legales o ilegales. ¿Qué determina este
rango? ¿El bienestar social, el poder o el miedo a que la población se salga de
control? El alcohol y el tabaco son sustancias legales, y está comprobado
históricamente que su prohibición es causa de mayores polémicas sociales y
políticas que su consumo abierto y distribución legal (el rotundo fracaso de la
Ley Seca en Estados Unidos en la década de los 20’s)
Todo ese enorme capital gastado en una guerra
violenta y sin esperanza alguna podría utilizarse de una forma más sabia: la
fomentación de culturas y enseñanzas, las cuales deberían empezar en la
información respaldada y verdadera, en la familia y en la realidad social; la
imposición de autoridades que en vez de recibir sobornos millonarios
extremadamente tentadores y miles de veces mayor a su salario común, se
dediquen a asegurar el respeto entre los individuos no usuarios y usuarios y
garantizar el cumplimiento que estos deben hacer ante las imposiciones legales
que conlleva suministrarse una droga bajo responsabilidad propia y respetando
el derecho y la paz de terceros, todo esto asegurado por buenos salarios a las
autoridades públicas, federales y militares, con la ventaja de una red
narcotraficante empobrecida gracias al descubrimiento del ex mercado negro que
controlaban, monopolizaban y los hacía con el 8% de la economía global.
La prohibición de las drogas ha tenido
consecuencias desastrosas muy similares a la que sufrió el alcohol en Estados
Unidos. Sin embargo, en vez de reconocer el fracaso de dicha política, la
mayoría de los gobiernos alrededor del mundo, México incluido, se han empeñado
en gastar más recursos y atentar más contra las libertades de sus ciudadanos en
un esfuerzo inútil por detener el comercio ilegal de narcóticos. Legalizar las
drogas eliminaría o mitigaría significativamente las terribles consecuencias
que enfrentamos bajo el actual enfoque prohibicionista:
Se reduciría dramáticamente el precio de las
drogas, al acabar con los altísimos costos de producción e intermediación que
implica la prohibición. Esto significa que mucha gente que posee adicción a
estas sustancias no tendrá que robar o prostituirse con el fin de costear el
actual precio inflado de dichas substancias.
Legalizar las drogas acabaría con un foco
importante de corrupción, la cual aumenta en todos los niveles del gobierno
debido a que una substancial cantidad de policías, oficiales de aduana, jueces
y toda clase de autoridades han sido comprados, sobornados o extorsionados por
narcotraficantes, creando un gran ambiente de desconfianza por parte de la
población hacia el sector público en general.
Luego de muchos años de malas experiencias con
la política actual, y tras un análisis detallado de las consecuencias no
deseadas de prohibir el consumo y la venta de substancias que la gente quiere,
es necesario que lleguemos a la conclusión de que las drogas deben ser
legalizadas si no queremos seguir el camino auto destructivo al
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